jueves, 5 de noviembre de 2009

Declaración BUTAA

A los miembros de la Comunidad Zapatista
representados en la Junta de Buen Gobierno
“El Camino del Futuro”

P R E S E N T E


¿Quiénes somos?

Somos un grupo de jóvenes estudiantes universitarios de México, Chile y Austria, hermanados en distintos momentos y escenas de nuestras vidas -la última huelga de la UNAM, los encuentros zapatistas, los salones de clase, la fiesta, las marchas- y que al día de hoy adherimos o simpatizamos con lo expresado en la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. La mayoría de nosotros ha seguido su lucha a la distancia y desde hace tiempo, pero nos llegó el momento en que las charlas y acciones maduraron lo suficiente en nuestras mentes y corazones para dar el paso de la reflexión a la acción, y así dar nacimiento a la Brigada Universitaria de Trabajo que mediante la presente les proponemos realizar.

En el proceso de parirnos como grupo organizado hemos decidido hacer un homenaje a un buen conocido suyo, don André Aubry, quien dejó los altos reconocimientos de las universidades para irse a trabajar y aprender con los pueblos mayas que viven en Chiapas. De don Andrés aprendimos que no toda la ciencia está necesariamente al servicio de las instituciones y el orden que pretenden; nos enseñó que mediante la investigación-acción es posible “Otra ciencia social”. Por esto, somos la Brigada Universitaria de Trabajo Andrés Aubry (BUTAA) y nos hemos organizado para tener la oportunidad de aprender de ustedes y contribuir un poco a vuestras luchas y las nuestras*, intentando sumar esfuerzos para cambiar las cosas que desde hace muchos años no van bien.


¿Por qué?

Porque creemos que el sistema económico dominante llamado capitalismo -establecido y defendido por la mayoría de los gobiernos del mundo, basado en la explotación del ser humano y la acumulación de capital- sólo conduce al establecimiento de relaciones asimétricas y brutales, a la destrucción de todas las formas de vida, natural y humana, individual y colectiva, generando riqueza para unos pocos, a costa de los más.

Porque creemos que el sistema político de la democracia liberal-representativa, propuesto como la mejor solución para nuestros pueblos, en realidad ha sido establecido y desarrollado como una función de aquel sistema de producción –o sea como un aditamento administrativo y burocrático que sostiene las condiciones para el mantenimiento y reproducción de tal sistema- por lo cual tiende también a reproducir la destrucción y la brutalidad mencionadas.

Porque creemos que en el matrimonio vicioso entre estos dos sistemas el medio ambientes es considerado sólo como otra mercancía a explotar. Aún cuando el medio ambiente en que vivimos es uno de los bienes sociales más preciados que tenemos -donde se desarrolla y hace posible la vida en todas sus formas- sus aguas, tierras y bosques son explotados irracionalmente, en nombre de un desarrollo que sólo beneficia a unos pocos y cuyas consecuencias empezamos a sufrir todos. Vemos la urgente necesidad de replantear nuestra relación con el medio ambiente; de construir alternativas de desarrollo que sean sustentables y basadas en el respeto irrestricto a el medio ambiente.

Porque creemos que estas formas de desarrollo y producción ya existen; son las que han usado durante siglos los pueblos originarios de estas y todas las tierras. Y aun cuando estos pueblos han vivido bajo la amenaza constante de las clases dominantes, las cuales han pretendido integrarlos a su idea de desarrollo negándoles su identidad y su derecho a la diversidad, e intentado homogeneizarlos e insertarlos al modelo de “la sociedad de consumo”, estos pueblos resisten y dicen que no. Como dijera hace algunos años un comunero mapuche a quien le ofrecían dinero por sus tierras para construir una central hidroeléctrica: “¿Cómo se la voy a vender si no es mía?... yo soy de ella”.

Porque creemos que el EZLN y muchas otras de las insurgencias en el mundo son los más claro ejemplo del inmenso amor del que son capaces los seres humanos; que no hay amor más grande que aquel dispuesto a dejarlo todo, incluso rendir la vida, por la bienaventuranza de sus semejantes; que alimentan la rebeldía y la lucha de todos aquellos para los cuales este no es, ni de lejos, el mejor de los mundos posibles sino, al revés, el de la derrota de nuestros padres; ese mundo que tenemos la obligación de transformar en la victoria para nuestros hijos.


Porque creemos, nos organizamos. Porque creemos, luchamos.
Porque creemos, les pedimos nos den la oportunidad de acompañarlos.





Brigada Universitaria de Trabajo
Andrés Aubry




Sábado 27 de junio de 2009.
Ciudad Universitaria. México

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